Cuando la interiorista María López Montero abordo la reforma de su propio piso en Madrid, sabía que debía ajustarse a un presupuesto; pero que ello no significaba tener que renunciar a un resultado elegante.
Se realizo de una nueva distribución espacial, en donde se eliminan los pasillos, se integra el comedor con la cocina y se crea una zona de trabajo en el salón. El resultado fue espacios más amplios y mejor aprovechados.
Para amueblarlo se aprovecharon los muebles anteriores, pero realizando una nueva ubicación de los mismos. Se mezclaron piezas vintage con otras más modernas, y se obtuvo un conjunto armonioso. (Nos encanta el contraste que se crea con la silla Louis Ghost y la cómoda antigua).
Todo ello ha dado lugar a un piso bien estructurado y decorado con mucho estilo.
Publicación original: Mi Casa Revista
Interiorismo: María López Montero
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